lunes, 11 de enero de 2010

MI PRIMER POEMA


En una fría camilla, naciste, pobre muchacho.
Entre unos dedos de hombre, sentiste el frío amargo.
Cobijado en manos blancas, besaste por vez primera.
Y ahora,
Ahora que nada ya queda, lo deseas recordar.
Imposible desear,
porque en este mundo, niño, sólo se aprende a llorar.

Caminaste sin saber qué futuro de aguardaba.
Llegaste sin comprender en qué lugar te encontrabas.
Ahora quieres Libertad.
Sueñas vencer el pudor.
Ya no te ves un pequeño, sino un gran ser, cual un sueño, es conocer el Amor.

Grita por volver atrás.
Por no saber descubrir.
Por ese nunca llegar.
Porque cuando digas “hombre”
habrás echado a perder
toda la alegre sonrisa que un niño lleva con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario