sábado, 31 de julio de 2010

"LA MAR DE MUJER"


Eres tú, mujer, como la mar: Impredecible.
Azul sereno, en ocasiones breves;
Gris que barrunta tormenta, en casi todas.
Blanca de espuma, de espuma blanca, si acaso me sonríes;
Anaranjada, casi rojo pasión, cuando me tocas.

Ese arcoiris de explosiones sorpresivo
provocó que un día decidiera hacerme navegante.
Me gusta arriesgar, echar pulsos al destino.
E inmerso en absoluta vanidad y desatino
me propuse, absurdamente, dominarte.

En esos atardeceres en los que la razón y el deseo deciden disociarse,
gustaba varar mi navío en una de tus playas.
Dejar mis contenidas ganas derramarse,
abandonando mi cuerpo maltrecho en tus arenas
y consintiendo que a golpes de mar me desnudaras.

Jugué incluso, a jugar con tu soberbia
de saberte único beso de sal entre mil bocas.
Te hacía creer que mi sexo estremecías al compás de tus mareas,
mientras mi mente estaba dejándose hacer por otra mar, por otras olas.

Pagué cara y con creces mi osada desvergüenza
al olvidar que, al fin y al cabo, mar y mujer eras.
Te bastó mirar mis ojos a hurtadillas
una tarde de aquéllas entregados a pasión desenfrenada
para saber que no era, por y para ti, aquél "te deseo"
dicho con respiración entrecortada.

Más no hubo reproche. Rugir de tus entrañas. Ola más alta que otra.
Sólo mudaste de anaranjado, casi rojo pasión, a gris sombrío,
cesando de inmediato aquélla danza de caderas llenas de caracolas.
Un beso, esta vez más amargo que salado......., Un beso frío
y supe que esa pleamar querías llorarla a sólas.

viernes, 23 de julio de 2010

"LA OTRA MEJILLA"




Con un apasionado beso premeditado en la venganza y en la ira
pagaré tus palabras hirientes, cargadas de razón,
de soez realidad...,
innecesarias, desmedidas.
Que verba volam y mañana serán otras palabras, otras voces,
pero el fuego de ese beso abrasará tus recuerdos,
-quemará tus labios-

y te dirá lo que pudo haber sido y no fue,
toda tu vida.

martes, 6 de julio de 2010

LA MARGARITA




Érase que se era una flor nacida entre inútil maleza.
Jamás se supo flor, jamás donó su olor.
Ocultaba sus colores por vergüenza.

Cierto día en aquél erial apareció casualmente un jardinero
que con sus manos arrancó los matorrales
dejando esa flor al descubierto.
Sus pétalos henchidos de pasión a cielo abierto
y sus raíces alejadas de follajes.

Esa flor agradecida, le regaló gustosa cada día su fragancia.
Gota a gota derramó para él su rocío.
El orgullo de saberse contemplada.
El vaivén de su talle oculto a las demás miradas
y el consentido libar hecho sonido.

No comprendía el jardinero tanta entrega.
Tan complaciente dádiva gratuita,
sólo por haberla casualmente encontrado
y haberle hecho saberse margarita.

No sería su duración eterna.
-La flor lo sabía-.
Era efímera su vida y su belleza.
-Y la flor lo sabía-,
Pero ahora sabía que era flor y que era bella
y eso, a su jardinero de amor se lo debía.


Como regalo final a su mentor la margarita una sorpresa le tenía reservada.

Su adiós no sería marchitándose otra vez en pastizales y olvidada.

Al enterno dilema del amor decidió ser respuesta perfumada

y darle un "si te quiere" por respuesta

a la mujer que por él la deshojara.

lunes, 5 de julio de 2010

EL CLIENTE




Mil explicaciones requeridas como espinas de rosas encarnadas.
Mil porqués, mil quiénes, dónde, cuándo,
Y a esas preguntas, mil respuestas a cual más figurada.
No le pertenecía a él hurgar en sus heridas,
porque sanarlas era ya imposible.
No entendería jamás cómo sangraban,
cómo sus lágrimas, aún en torrente, se ocultaban
tras orgasmos fingidos y espasmos de un sexo insusceptible.
¿Por qué yo?, ¿Por qué así?, ¿Por qué de esta manera?.
¿Por qué tanta curiosidad?.
¿Te basta mi presencia complaciente al requerirme?,
¿Te agradan mis servicios y la complicidad?.
Entonces no preguntes, ¡Tómame!.
Tal vez en este ya casi tu cuerpo exclusivo en esta casa,
muchas de esas respuestas que buscas hallarás.
¿Miedo al después o miedo al momento?.
Esa tardanza en decidir se antoja mera excusa.
No es el temido dolor del fin, ni la apatía,
ni saber que esa inicial pasión pagada es flor caduca.
El miedo es incumplir aquél contrato verbal con la Sra.
de poder elegir siempre a la misma,
desahogarse y pagar al irse,
pero jamás enamorarse de esa puta.

viernes, 2 de julio de 2010

¡CALLA LUNA!




Esta luna me murmura silencios que te delatan.
Es mala amiga, envidiosa.
Es mentirosa, malvada.
Se hace luna llena a costa de mis suspiros y lágrimas.
Sé que mi reproche es ingrato, desesperado.
Me cuenta lo que ya sé, lo evidente, lo esperable,
pero me hiere la luz de su verdad insoportable.
¡Calla de una puñetera vez!,
o entre tú y yo pondré un muro.
Tu verdad duele e insulta.
Ya sé que llevas razón
pero no sólo soy yo
quién tiene otra cara oculta.