miércoles, 13 de abril de 2016

"A mi tierra, perdón le pido"




Perdóname amada mía, 
pensé que estabas sola y desvalida y que de mis cuidados precisabas. 
¡Qué ilusa fui. Qué grande y despreciable altanería!, 
que por verte despojada de lujos y de joyas, dí por hecho que de postulantes carecías. 
Ahora veo que vales más de lo que vales,
incluso mucho más del valor que, en mi osadía quise darte,
porque sin lujos, sin joyas y harapienta,
por ti,
muchos capaces de matarse.

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