lunes, 15 de marzo de 2010

LA PRINCESA DEL ESPEJO





Hoy te has levantado y al reflejarte en mí no te reconocí:
¿Quién eres, mujer de ojos cansados?,
¿Cómo te llamas?, ¿Dónde te conocí?.

Creo recordar que no hace mucho al mirarte sonreías.
Que tras el desayuno a mí venías y gustabas arreglarte.
Ahora a menudo te echo en falta.
Un lavado de cara, un cepillado,
y sin importarte tus ojeras, tu rostro demacrado,
te veo marcharte.

¿Quién osó palidecer esas mejillas?,
¿Quién se atrevió a humedecer esa mirada?.
¿Quién tan hombre se cree que así te veja?.
¿Quién merece que le ames y protejas,
a cambio de dar todo por nada?.

¡Que nadie te confunda!,
¡Que no te lleve a engaño!.
Tú sigues siendo bella,
imagen real de esa princesa
que reflejaba antaño.

¡Libera tu tristeza!,
¡Vuelve a sentirte amada!.
No dejes que quién no te merece,
ese indigno a quién no perteneces,
corte tus alas.

Mañana, al despertarte, quiero que vengas aquí.
Te mires ante este espejo,
y sonriendo, sin complejo,
me digas que eres Feliz.





No hay comentarios:

Publicar un comentario