domingo, 18 de enero de 2009

BARRIO DE SANTA MARINA




Piconera en tus portales,
torera por vocación.
Penitente y soberana
porque en ti la devoción
se muestra ¡rosa temprana!,
con las tañidas campanas
que llaman a la oración.

Mantilla negra en abril,
en mayo, mantilla blanca,
peineta, rosa y clavel,
yerbabuena y albahaca.

Tu templo reconquistado
por el fervor popular
y tu misterio evocado
en cada verso narrado
por el canto del juglar.

Manolete, tu victoria,
Islero, tu perdición.
Pues esa tarde maldita
que en el recuerdo se evita
no abandona el corazón.

Redoblando las campanas
un día y otro, sin parar,
y no es a misa de doce,
es que tocan pasodobles
al ver tu gracia pasar.

Más aún con nombre de mar,
tu cielo no es marinero,
que tu luna es de marfil
y las estrellas del cielo
de duelo al pasar por ti
por la muerte del torero.

Enlutada todo el año
por mor de la torería,
¡Qué envidiable tu arrogancia!
Llegada Semana Santa
resucitas la esperanza
y eres barrio de Alegría.

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