lunes, 19 de enero de 2009
"INVIERNO INFINITO"
Ese invierno trajo a mí la primavera,
inundó mi cuerpo, palmo a palmo, tu rocío,
contigo derroché mi néctar.
Ese invierno fuiste mío.
Tuvimos un retorno sin regreso
a una adolescencia que creíamos olvidada.
Sentimos placeres y caricias.
Oímos gemidos y sonrisas,
manantes de fuentes clausuradas.
Ese invierno sobraron las hogueras,
la nieve en nuestros sexos no acampaba.
Ese invierno, mi amor, ¡Ay!, ese invierno,
en tus besos mi cuerpo se abrasaba.
Y así quiero que dure para siempre.
Que no broten las flores del almendro.
Que no se desbarate la crisálida.
Que no lloren los sauces del paseo.
Solos tú y yo, cariño mío, -tú y yo solos-,
amándonos como locos ese invierno.
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